La conciliación de la vida laboral y familiar sigue siendo la gran asignatura pendiente de nuestra sociedad. Alcanzar el equilibrio entre una y otra no siempre es fácil y supone todavía que muchas empresas entiendan que ambos aspectos son dos pilares fundamentales de la felicidad y que pueden ponerse en armonía, aunque las dificultades que surjan sean notables.
Este tema, recientemente tratado en el programa “Trencadís” número 86 de 8TV por nuestra abogada Carmen Calderón, el pasado 14 de enero, es complicado de abordar porque en la mayoría de los casos siguen siendo las madres las que asumen más responsabilidades en el cuidado de los niños. Por ejemplo, suelen ser ellas las que con más frecuencia acuden a las tutorías escolares o llevan a sus hijos al médico. El sentimiento de culpa que presentan muchas mujeres con relación a su maternidad demuestra la lucha interior que arrastran todas aquellas que se sienten mal consigo mismas por no poder dedicar a sus hijos tanto tiempo como quisieran. De ahí que, en muchas ocasiones, las madres recurran a la reducción de hasta un 50% de su jornada laboral, hasta que los hijos cumplan 6 años de edad, con la consiguiente reducción proporcional de sus sueldos, para poder compaginar trabajo y familia.
La abogada Carmen Calderón es contertulia habitual del programa “El Trencadís” de 8TV FUENTE: 8tv.cat
Sin embargo, este tema pone encima de la mesa otro debate que no debemos pasar por alto y es el de cuestionar la figura de la mujer dentro del mercado laboral cuando es ella quien se queda embarazada, da a luz a sus hijos y accede a una baja maternal para cuidarlos. Aunque la cosas están cambiando, aún son muy pocos padres los que cuidan a sus hijos o acceden a bajas laborales ara hacerse cargo de los niños.
Por ello, el apoyo a la maternidad, la flexibilidad de horario, la racionalización de los horarios laborales, la creación de guarderías en las empresas, la posibilidad de la jornada continua o a tiempo parcial, o el teletrabajo son elementos fundamentales que las empresas deben desarrollar para una verdadera y eficaz conciliación de la vida laboral y familiar.
Pero hasta ahora, las empresas ya sea por una cultura presencialista (eres mejor trabajador cuantas más horas estés en la empresa), o por considerar la maternidad como un obstáculo y una carga (llevándolo incluso hasta el mobbing maternal), hacen que la familia se vea relegada. Sin embargo, cada vez más personas tenemos claro que no queremos llegar a nuestra casa a la hora del baño o de la cena de nuestros hijos.
Para conciliar la vida laboral y familiar se necesitan políticas empresariales y medidas legales efectivas FUENTE: photopin.com
Las empresas que deseen tener futuro tendrán que percibir los cambios que se están produciendo en la sociedad y abanderar un cambio de cultura y de actitud. Conciliar no es trabajar menos, sino trabajar de una forma diferente, con mayor calidad de vida, con horarios más flexibles, jornadas continuas, con el teletrabajo, con el servicio de escuelas y guarderías infantiles para los hijos de los trabajadores, con el desarrollo de servicios para el cuidado de las personas dependientes o discapacitadas a cargo de los trabajadores, etc.
Por otra parte, y aunque la legislación española ha elevado a la categoría de derechos los diferentes instrumentos de conciliación de la vida personal y familiar, éstos no son del todo satisfactorios, y resultan claramente insuficientes las prestaciones incorporadas a nuestro sistema legal.
La conciliación ha de partir del profundo respeto a la libertad de elección de las personas y no de la imposición de la medida que parezca más conveniente al Estado o a las empresas. Las necesidades de las familias son plurales y más en el caso de las familias con hijos; por tanto, tiene que existir la posibilidad de elección de las medidas más adecuadas en cada caso.
En este contexto, es fundamental la adopción de un marco legal, social, laboral y fiscal que facilite no sólo dicha conciliación, sino que también permita la libre elección del tipo de conciliación. Así, los que quieran tener hijos podrán hacerlo sin tener que renunciar por este motivo a su vida laboral y al desarrollo profesional o al cuidado de los mismos a edades tempranas.
Hablar de conciliación es una cuestión de qué modelo de vida y de sociedad queremos. Porque, no olvidemos que si esta situación es ya difícil de por sí, el tema puede complicarse aún más si nos enfrentamos a un proceso de separación o divorcio. Si las empresas no abordan estrategias que se orienten a mantener la estabilidad laboral y familiar de sus empleados, si no realizan un esfuerzo por ejecutar acciones que verdaderamente generen un clima laboral integral y de bienestar, difícilmente conseguiremos avanzar y nuestros hijos seguirán siendo los principales perjudicados.