Cuando se rompe un matrimonio o una pareja con niños, la custodia se convierte para los progenitores en una prioridad. Ésta puede solicitarse de forma amistosa, mediante un procedimiento de mutuo acuerdo, en el que los padres proponen al juez las medidas pactadas. Pero, también hay veces en que las posiciones son tan enfrentadas que es el juez el que dicta las medidas sobre la custodia de los hijos, el régimen de visitas, la comunicación, etc.
Con el fin de evitar un procedimiento que no sea amistoso o que, llegado el momento, se tuviera que iniciar un proceso judicial para conseguir la custodia compartida de los hijos, voy a hablaros en este artículo sobre las claves para pedir la custodia de los niños, con el fin de resolver vuestras dudas y miedos.
A la hora de pedir la custodia compartida, la prioridad es siempre preservar el interés del menor
Como ya sabéis, la custodia compartida consiste en que los hijos pasan un tiempo con cada progenitor. Para ello, existen dos fórmulas: o bien que los hijos sean los que pasan ese tiempo en el domicilio familiar y se alternen los progenitores viviendo una temporada en esa vivienda; o bien que sean los propios hijos quienes se trasladen de residencia y vayan a vivir al domicilio de cada uno de sus padres, durante el tiempo que se establezca en cada caso.
La claves para pedir la custodia de tus hijos pasan, necesariamente por los siguientes puntos:
1) Se requiere que exista una relación fluida entre los padres, con el fin de que la custodia compartida se pueda desarrollar con facilidad.
2) Es conveniente que exista una cercanía entre los domicilios de los progenitores y el entorno en que los hijos estén desarrollando su vida (colegios, actividades extraescolares, etc.), ya que la prioridad es siempre preservar el interés del menor, al que se considera como el bien jurídico protegido en los casos de separación y divorcio.
3) En caso de que no exista acuerdo entre los progenitores sobre quién se queda con la guarda y custodia de los hijos, será un juez, previas consideraciones del Ministerio Fiscal, quien resuelva sobre ella. Aquí, la regla general o habitual, es que los hijos se queden en el domicilio familiar y el uso de ese domicilio familiar se asigne al progenitor al que se le asigne la guarda y custodia de los hijos.
4) Hay que disponer de la posibilidad de disfrutar de un horario laboral compatible con el cuidado de los hijos y explicar cómo va a ser la organización de esos cuidados durante el tiempo que permanezcan bajo la custodia, es decir, los días que vivan con cada uno de los progenitores. Contar, en este caso, con redes de apoyo en el cuidado de tus hijos en tu ausencia o en caso de enfermedad de éstos (apoyo de familiares directos o posibilidad de cuidadores), también es conveniente.
Se requiere que exista una relación fluida entre los padres para pedir la custodia compartida de los hijos
5) No desprestigiar ni devaluar la figura del otro progenitor es otra de las claves fundamentales. Mantener una relación lo más cordial posible con el otro progenitor para conseguir en un futuro una comunicación fluida y regular, aún a sabiendas de que la ruptura puede generar conflictos, es siempre lo más adecuado y otro aspecto importante que tener en cuenta.
6) La opinión de los hijos también se puede tener en cuenta, especialmente si existe un procedimiento judicial porque no se ha llegado a un acuerdo mutuo. Está claro que no puedes pedirle a un bebé que opine, pero a medida que los niños se van haciendo mayores sí son capaces de expresar sus preferencias y sus opiniones. Esto no significa que ellos tengan que decidir ni que vivan en sus carnes el trago de un conflicto de lealtades, pero sí es bueno escucharles y saber qué es lo que realmente necesitan.
7) Tampoco deben existir sentencias por violencia familiar o machista. Si estos es así, la custodia compartida nunca.
8) Y lo más importante, hay que pensar que este modelo es el más beneficioso para los hijos y que hay muchas y variadas formas de compartir los tiempos de estancia con ellos.
Si se intenta por todos los medios poner las necesidades de los niños por delante de los deseos de justicia, venganza, rabia y otros muchos sentimientos negativos que van a formar parte de la vida después de la separación, conseguir la custodia compartida será mucho más fácil.