Mucho se ha escrito y se ha dicho acerca de los requisitos que se necesitan para que la custodia compartida de los hijos pueda ser acordada por los padres que se separan o divorcian, pero quizá no se haya hablado tanto de cuáles son los principales motivos por los que se puede denegar. Y, eso, precisamente, es lo que vamos a hacer hoy en este post.
El régimen de custodia compartida, como ya sabréis, es aquel que va dirigido a regular la vida de los progenitores que no convivan entre sí con sus hijos menores de edad y se caracteriza por una distribución adaptada a las circunstancias de la situación familiar, que garantice a los padres el ejercicio de sus derechos y obligaciones en situación de igualdad.
FOTO 1 Cuando las diferencias entre los padres repercuten en el ejercicio de la custodia compartida, ésta puede denegarse.
Lo ideal, como siempre decimos, es que de mutuo acuerdo los padres separados o divorciados la elijan y la intenten consensuar por el bien de los pequeños, pero si eso no es posible y, al final, la custodia compartida la tiene que decidir un juez, existen 5 motivos principales que debemos conocer por los cuales nos la pueden denegar.
1.- Que las diferencias entre los progenitores supongan un obstáculo para la custodia compartida. Por eso, decimos siempre que es necesario el buen entendimiento y la buena relación entre la pareja que se ha roto y en la nueva vida que comienzan con sus hijos menores, porque, si no existe, a la larga, esa mala situación puede repercutir en los menores y en el ejercicio de la custodia y ésta puede ser vista como un obstáculo en vez de la situación más idónea para todos.
2.- La edad de los hijos. Aunque no existe ninguna normativa legal que lo impida, cuando los hijos son muy pequeños, hay veces que la custodia compartida puede denegarse por considerar que con quien deben estar los niños es con la madre por cuestiones biológicas. Especialmente, si los niños tienen de 2 a 3 años, una situación que tiene que ver con la lactancia materna y que, en principio, sólo afectaría a las pernoctas, pudiendo establecerse una custodia compartida sin pernoctas.
3.- Que haya discrepancias evidentes entre los progenitores que afecten al normal desarrollo de las relaciones paterno y materno filiales. Si la posición de los progenitores es muy opuesta y eso afecta a sus relaciones con los hijos, la custodia compartida puede denegarse por considerar que a medio plazo se perjudicaría a los menores.
Si uno de los progenitores no tiene su vivienda acondicionada para acoger a sus hijos, la custodia compartida podría denegarse
4.- Que los progenitores residencia en domicilios ubicados a mucha distancia o no tengan una residencia propicia. Éstos son también aspectos fundamentales, porque se podría ver como un obstáculo para la los menores. Pensad, por ejemplo, en una cuestión del día a día como es la de llevar a los pequeños a su colegio. Si un progenitor vive en un pueblo y el otro vive en el pueblo de al lado, y tarda en llegar 10 minutos no pasa nada. Pero si tardara más porque las vías o medios de transporte tampoco fueran los propicios, igual podría ser considerada esta situación como una situación impracticable para todos.
O pensad que cuando vuestros hijos tienen que cambiar de casa, uno de los progenitores no tiene su vivienda acondicionada para acogerlos. Esto también sería un grave impedimento para poder ejercer la custodia compartida porque lo normal es que ambos dispongáis de un piso o vivienda lo más igual posible a la que teníais vigente durante vuestro matrimonio.
5.- Que uno de los progenitores no tenga disponibilidad real de horarios o tiempos para poder atender las necesidades de los menores. No obstante, ha de quedar claro que es eso exactamente: una falta de disponibilidad horaria real o de poca flexibilidad, o de escasa capacidad de organizar la jornada laboral.
Por eso, una vez más, reiteramos que lo mejor es que haya entendimiento entre los progenitores y que pidáis ayuda de abogados especialistas en custodia compartida, para ser capaces de fijar un modelo de responsabilidad parental alterna, teniendo en cuenta el interés prioritario de los menores y su bienestar futuro que, al fin y al cabo, es lo más importante que tenéis.