Hace días nos enterábamos de que el jugador número 7 del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, busca vientre de alquiler con el que repetir paternidad este año 2016. Está claro que Ronaldo quiere volver a ser padre y en este asunto lleva desde las Navidades pasadas, cuando viajó a Miami para buscar de nuevo un vientre subrogado y, de paso, clínicas en las que llevar a cabo el tratamiento de la mujer elegida.
Según la publicación portuguesa ‘Flash! Vidas’, que ha lanzado la noticia, el jugador de fútbol ya podría haber utilizado este método para traer al mundo a su, hasta ahora, único hijo, Cristiano Junior, que ya tiene cinco años y medio. El pequeño nació también en una clínica de Florida y, aunque se especuló con que su madre pudiera ser una camarera americana con la que Cristiano tuvo un breve affaire, la madre del jugador, Dolores Aveiro, dejó caer en sus memorias que habría sido concebido por tratamiento. «Voy a tener un hijo y quiero que seas la que me ayude a educarlo y a darle amor, como siempre has hecho conmigo y con mis hermanos. Nunca se sabrá quién es la madre del bebé», le dijo Cristiano a su madre hace ya casi seis años.
Cristiano Ronaldo, busca vientre de alquiler con el que repetir paternidad este año 2016
De encontrar a la persona adecuada para ser padre de nuevo, Cristiano Ronaldo podría traer al mundo a su segundo hijo, que no sería el último, pues el jugador ha confesado en varias entrevistas que le encantaría ser padre de familia numerosa: «¿Cinco o seis hijos? ¿Por qué no? Tengo las condiciones necesarias y quiero tenerlos», ha manifestado muchas veces de forma pública.
Cristiano Ronaldo recurriría así a un método por el cual otros muchos famosos han tenido también a sus hijos. Entre ellos, Ricky Martin, Miguel Bosé, Miguel Poveda, Kike Sarasola o la baronesa Thyssen. Y es que si algo hay evidente es que lo que caracteriza a una sociedad abierta y libre es que los ciudadanos pueden tomar las decisiones que les incumben en plena autonomía, siempre y cuando no afecten negativamente a terceros. En el caso de los vientres de alquiler, prohibirlos, como hace la legislación española, no impide que se realicen, sino que sólo los puedan realizar aquellos que cuentan con medios económicos para emigrar.
Así, del mismo modo que mucha gente puede venir a las clínicas españolas de fecundación in vitro, para ejercer una libertad que se les niega en su país de origen, Miguel Poveda, Ricky Martin, Miguel Bosé o Jaime Cantizano (por citar a esos famosos que lo han hecho público) han emigrado a Estados Unidos para formar una familia que la legislación española les niega.
Según las últimas encuestas, un 87% de la población española está a favor de la gestación subrogada
Lo cierto es que no siempre tiene que haber un intercambio económico y que el útero puede ser “prestado” gratuitamente. Fue el caso de Tracey Thompson, la señora que gestó el hijo de su hija, dando lugar a la paradoja de ser su abuela y, en cierto grado, su madre. E igual que sucedió con la inseminación artificial y la fecundación in vitro (recordemos el término “bebé probeta” que se utilizó entonces) esta técnica está siendo reconocida cada vez en más países, y en nuestro entorno más cercano lleva desarrollándose desde el año 2004 en países como Grecia y en el Reino Unido, sin mayores problemas ni rechazo por parte de la población.
Según las últimas encuestas, un 87% de la población española está a favor de la gestación subrogada. Y en un momento en que las tasas de natalidad están por debajo del índice adecuado, fomentar estas técnicas ayuda a aumentar el número de nacimientos. Es un proceso más sencillo que la adopción internacional, que permite a muchos padres serlo, en lugar de quedar incluido en largas listas de espera de las que nunca saldrán.
De hecho, diversos partidos políticos quieren instar al Gobierno de España a impulsar una Ley de regulación de Gestación Subrogada, que garantice la legalidad de este tipo de prácticas en nuestro país. Porque, como hemos dicho en otras ocasiones, lo cierto es que esta situación necesita urgentemente respuestas y de una regulación que, hoy por hoy, no tiene. Se precisa que se dicten normas coherentes que se ajusten al contexto socio cultural actual español. Y para conseguirlo debemos seguir trabajando todos, especialmente, los abogados de familia.